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Nuestra Historia: Un Recuerdo Necesario para Comprender Quiénes Somos

Toda institución que perdura en el tiempo debe, en algún momento, mirar hacia atrás y reencontrarse con sus raíces. Conocer de dónde venimos nos permite entender por qué existimos, cuál fue la visión inicial que dio vida a nuestra organización y qué compromisos asumieron quienes nos antecedieron.
La Casa de la Cultura Ecuatoriana, a lo largo de su historia, ha crecido gracias al esfuerzo de gestores, artistas y representantes culturales que han sostenido el ideal de fortalecer la identidad ecuatoriana en cada rincón del país.

En este espíritu, es fundamental recordar el momento en que se tomó la decisión histórica de crear nuevos núcleos provinciales, entre ellos el Núcleo de Morona Santiago, un hecho que marcó un antes y un después en la vida cultural de nuestra provincia.
A continuación, se transcribe de manera íntegra el registro oficial donde consta el origen de nuestra institucionalidad:


Extracto histórico oficial

La información contenida en el siguiente texto fue extraída íntegramente del ACTA DE SESIÓN Nro. 1 de la CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA.

En la ciudad de Quito a los 11 y 45 minutos del día martes 27 de junio de 1989, previa la correspondiente convocatoria dispuesta por el señor presidente Arq. Milton Barragan Dumet, se instala la Junta Plenaria en sesión ordinaria con la asistencia de los señores presidentes de los Núcleos Provinciales o sus delegados:

Azuay – Sr. Estuardo Cisneros Semería
Bolívar – Ecom. José Gonzáles García
Cañar – Lcdo. Edgar Palomeque (Delegado)
Cotopaxi – Sr. M. Gonzálo Albán
Chimborazo – Lcdo. Alfonso Chávez
Esmeraldas – Prof. Tomás Rueda Chaux
Guayas – Sr. Miguel Donoso Pareja
Imbabura – Prof. Edmundo Chamorro (Delegado)
Manabí – Dr. Vicente Espinales
Los Ríos – Sr. Enrique Prieto Guzmán
Pastaza – Dr. Camilo Restrepo

Se encuentran presentes los señores: Coronel Heriberto Sánchez, Director Financiero; doctora Raquel Lobato, Asesora Jurídica de la Institución.

Actúa la Doctora Laura Hidalgo Alzamora, Secretaria General, que certifica:

Por Secretaría se informa que hay el quorum reglamentario.

El señor presidente presenta, ante los miembros de la Junta Plenaria, a los señores: M. Gonzalo Albán presidente del Núcleo del Cotopaxi y Enrique Prieto Guzmán Prieto, presidente del Núcleo de Los Ríos.

La presidencia dispone que por secretaría se dé lectura del orden del día, que consta de los siguientes puntos:

  1. Lectura del Acta correspondiente a la Sesión de Junta Plenaria del día miércoles 27 de diciembre de 1988.
  2. Aprobación de la Proforma Presupuestaria para el ejercicio económico 1990 de la Casa de la Cultura y para el incremento de la remuneración de los Gastos de Representación para los presidentes de los Núcleos Provinciales.
  3. Nombramiento del Segundo Vocal Suplente por la Matriz, y del Sexto Vocal Suplente por los Núcleos.
  4. Creación de Núcleos Provinciales en:
    a) Morona Santiago
    b) Galápagos

Desarrollo de la sesión del cuarto punto:

Autorización para la creación de nuevos Núcleos Provinciales en Morona Santiago y en Galápagos.

Por Secretaría se lee la documentación enviada para la creación de los mencionados núcleos, y el informe de Asesoría Jurídica en el que certifica que los pasos dados están de acuerdo con la Ley. Puesto el caso en consideración de los señores Miembros de la Junta Plenaria, resuelven que, previa autorización, se nombre un delegado que constate en las provincias la validez de las gestiones realizadas por los interesados.

Se delega para Morona al Dr. Camilo Restrepo, presidente del Núcleo del Napo; y para Galápagos al arquitecto Milton Barragán Dumet.


Este documento histórico no es solo una referencia administrativa: es el testimonio vivo del momento en que nuestra provincia fue reconocida como un territorio con identidad cultural propia, capaz de sostener una estructura institucional destinada a promover el arte, la memoria y la creatividad de su gente.

Recordar estos orígenes es un acto de gratitud hacia quienes lucharon por abrir camino.
Pero también es una invitación a mirar hacia adelante: a seguir construyendo, con responsabilidad y orgullo, una Casa de la Cultura que honre su pasado, se fortalezca en su presente y proyecte un futuro donde el arte y la cultura sigan siendo pilares de nuestra comunidad.

Porque solo quien conoce su origen comprende la magnitud de su destino.
Y nosotros, como Núcleo de Morona Santiago, seguimos caminando con la certeza de que nuestra historia nos guía.

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